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Paso libre a la poesía: Puertas abiertas, de Sergio Ramírez y el FCE

El escritor y editor Róger Lindo hace una primera valoración de la antología de poesía centroamericana que presentó en el país el Fondo de Cultura Económica. La selección estuvo a cargo del escritor nicaragüense Sergio Ramírez e incluye 10 poetas salvadoreños.

Jueves, 22 de marzo de 2012
Róger Lindo *

Sergio Ramírez. Foto El Faro
Sergio Ramírez. Foto El Faro

Habituados como estamos a las ediciones austeras de poesía (por cierto, una de las declaraciones que más escucho recientemente es que el género “no vende”), la calidad de impresión de Puertas abiertas: Antología de poesía centroamericana, presentada ayer en el Centro Cultural de España, cautiva desde el primer contacto. Diseño, letra, tinta, papel y textura llevan a pensar que así debieran verse y sentirse los libros de poesía, los buenos como este, al menos.

El libro fue compilado por el escritor nicaragüense Sergio Ramírez por encargo del Fondo de Cultura Económica de México (FCE), y tiene una contraparte en un volumen gemelo, Puertos abiertos, dedicado al cuento centroamericano. En ambos casos, Ramírez optó por incluir únicamente autores vivos. Después de todo, es una muestra de poesía contemporánea. Se puede prescindir de Carlos Martínez Rivas, Alfonso Cortés, Claudia Lars, Roberto Sosa o Roque Dalton, por citar sólo unos nombres del club de los poetas muertos, y salir campante con estupenda poesía. Esta colección es la prueba.

El compilador asigna diez plazas poéticas equitativamente a cada parcela del istmo, con la salvedad de Nicaragua, que tiene 16. Resulta así un total de 66 voces de variados registros (Pájaro relojero: Poetas centroamericanos, una antología del ecuatoriano Mario Campaña publicada bajo el sello editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, reunió a trece en un grueso volumen publicado en 2009).  Dada la densidad del contingente reunido en Puertas abiertas y pese a sus 379 páginas–, espérese más bien una degustación, un sampler de los poetas centroamericanos contemporáneos. Pero gracias al buen gusto y la diligencia de Sergio Ramírez -y de los que le apoyaron en este esfuerzo– la obra sirve una doble función: informar y despertar el apetito. Hace posible un encuentro con poetas y modos de hacer poesía que de otra manera no tendríamos la oportunidad de experimentar en una tirada. Esto resulta particularmente importante, más bien esencial, en la fragmentaria y parcializada realidad editorial centroamericana, donde las publicaciones de literatura raramente se distribuyen en las republicas vecinas. No es casual que el Fondo haya formulado un proyecto de centroamericanización: quizá consideren, igual que las corporaciones que hacen negocios en la región, que es más rentable y racional –en más de un sentido– ponernos a todos juntos que considerarnos uno a uno. 

Entre los salvadoreños escogidos por Ramírez figuran Claribel Alegría, David Escobar Galindo, Miguel Huezo Mixco y Alfoso Kijadurías, y de los jóvenes, Roxana Méndez, Jorge Galán y Otoniel Guevara. Igual que ocurre en el resto de representaciones, el espectro generacional es amplio. En Puertas abiertas, la contemporaneidad es como la vida: circunstancial, insondable. La lista de poetas vivos incluye a escritores que nacieron a inicios del siglo XX (Ernesto Cardenal, Pompeyo del Valle, Demetrio Fábrega), a muchos que andan por la cincuentena, y a unos cuantos que aún no llegan a los treinta. La numerosa presencia de creadoras femeninas en esta compilación nos enseña que su inclusión en antologías ha dejado de ser esporádica, y que no es necesario recurrir a colecciones especiales para hacerles justicia. Son parte fundamental, inevitable de la geografía poética. Algunos de los poemas leídos al azar para este repaso, nos estimulan a explorar y conocer mejor a sus autores. Menciono a la costarricense Julieta Dobles, el panameño José M. Carr, el hondureño José González, la nicaragüense Blanca Castellón. Ofrecen el atractivo de lo nuevo y sus trabajos ilustran las preocupaciones y las búsquedas de la poesía moderna en el istmo. 

La selección es precedida por un excelente prólogo del autor de Puertas abiertas, en el que vislumbra los orígenes y las corrientes que han contribuido a formar esta agrupación de poetas. No es la primera, ni será la última. Puertas abiertas es –además de un precioso trabajo editorial– una contribución bien plantada que irradiará con luz propia por mucho tiempo.

Imagen de portada de
Imagen de portada de 'Puertas abiertas. Antología de poesía centroamericana' (Ed. FCE, 2011). El libro ya se encuentra a la venta en La Ceiba y la UCA.


* Róger Lindo es escritor, editor y periodista salvadoreño. Actualmente es el director de la Dirección de Publicaciones e Impresos, la editorial del Estado. 


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