"A mí El Chacal me ha confesado asesinatos concretos"
El 7 de noviembre pasado inició en París el juicio contra el extremista venezolano Ilich Ramírez, de seudónimo Carlos, quien fue apodado por la prensa francesa de los años 80 como El Chacal, leyenda de la lucha armada internacional en la Guerra Fría, luego de que la policía encontró en su departamento parisiense el libro El día del Chacal, la novela de Frederick Forsyth, sobre un asesino contratado para matar al presidente de Francia. Atrapado en Sudán en 1994, cuando Osama bin Laden también tenía en ese país su refugio, la Fiscalía francesa logró su extradición y exige hoy una nueva condena de cadena perpetua contra Ramírez, por los atentados cometidos en 1982 y 1983 en París, que dejaron 11 muertos y más de 100 heridos cuando era un militante palestino. A sus 62 años, al comparecer tras unos cristales de seguridad, Carlos ha desafiado al juez al definirse como “revolucionario profesional” y reivindicar hasta 100 atentados saldados con 2 mil muertos en sus ataques, en los que afirma que las víctimas inocentes no llegaron ni a 10%, es decir ni a 200. Víctimas francesas, residentes en Suiza, Hungría, Rumania y la ex Alemania Oriental son parte de esta trama.
En esta entrevista, Antonio Salas, seudónimo del autor de libros de investigación sobre extremistas de ultraderecha, narcotraficantes, traficantes de mujeres y terroristas internacionales (Diario de un Skin, sobre los neonazis españoles, El año que trafiqué con mujeres y El Palestino), narra cómo infiltró al Chacal a través del chavismo extremista venezolano bajo la fachada de un militante palestino de nombre Muhammad Abdallah, hasta convertirse en su confidente y principal contacto con el mundo exterior.
"A mí El Chacal me ha confesado asesinatos concretos"
El 7 de noviembre pasado inició en París el juicio contra el extremista venezolano Ilich Ramírez, de seudónimo Carlos, quien fue apodado por la prensa francesa de los años 80 como El Chacal, leyenda de la lucha armada internacional en la Guerra Fría, luego de que la policía encontró en su departamento parisiense el libro El día del Chacal, la novela de Frederick Forsyth, sobre un asesino contratado para matar al presidente de Francia. Atrapado en Sudán en 1994, cuando Osama bin Laden también tenía en ese país su refugio, la Fiscalía francesa logró su extradición y exige hoy una nueva condena de cadena perpetua contra Ramírez, por los atentados cometidos en 1982 y 1983 en París, que dejaron 11 muertos y más de 100 heridos cuando era un militante palestino. A sus 62 años, al comparecer tras unos cristales de seguridad, Carlos ha desafiado al juez al definirse como “revolucionario profesional” y reivindicar hasta 100 atentados saldados con 2 mil muertos en sus ataques, en los que afirma que las víctimas inocentes no llegaron ni a 10%, es decir ni a 200. Víctimas francesas, residentes en Suiza, Hungría, Rumania y la ex Alemania Oriental son parte de esta trama.
En esta entrevista, Antonio Salas, seudónimo del autor de libros de investigación sobre extremistas de ultraderecha, narcotraficantes, traficantes de mujeres y terroristas internacionales (Diario de un Skin, sobre los neonazis españoles, El año que trafiqué con mujeres y El Palestino), narra cómo infiltró al Chacal a través del chavismo extremista venezolano bajo la fachada de un militante palestino de nombre Muhammad Abdallah, hasta convertirse en su confidente y principal contacto con el mundo exterior.
Por Víctor Flores