Londres (AP) — Los mercados bursátiles abrieron la semana a la baja, ante los temores de que Grecia pueda incurrir en un impago de su deuda no obstante las nuevas medidas de austeridad que ha anunciado Atenas.
El índice Nikkei de Japón cayó a su nivel más bajo en 28 meses, lo que azuzó el pesimismo en Europa, donde declinaron de manera muy marcada las acciones de los bancos por la preocupación de que éstos están muy expuestos a la deuda griega en particular.
En Europa, el Dax de Alemania cayó un 2.3% y cerró en 5.072.33 puntos, mientras que el CAC-40 de Francia retrocedió un 4% y quedó en 2.854.81 unidades. El FTSE 100, de las principales acciones británicas, bajó el 1.6% y terminó en 5.129.62 enteros.
En Nueva York, sin embargo, los precios de las acciones bajaban ligeramente el lunes en las primeras operaciones vespertinas. El índice industrial Dow Jones perdía 91.57 puntos (0,83 a 10.900). Llegó a perder hasta 135 puntos poco después de la apertura.
El índice Standard & Poor's bajaba 10.11 puntos (0.88, a 1.144.12. El Nasdaq bajaba a 9.22 unidades (0.37%) a 2.458.
El repliegue bursátil del lunes en Europa ocurrió a pesar de que el fin de semana el primer ministro griego George Papandreou insistió en que su país no declarará una cesación de pagos y elevará sus ingresos fiscales.
Papandreou anunció que el gobierno griego aplicará un nuevo impuesto predial que cubrirá un déficit fiscal que detectaron instituciones crediticias internacionales.
'Aunque podría decirse que las nuevas medidas de austeridad que anunció Grecia hacen más viable la entrega de la fase siguiente de la asistencia financiera, son insuficientes para revertir el pesimismo', dijo Vassili Serebriakov, analista con Wells Fargo Bank.
Grecia ha mantenido la solvencia gracias a un plan de rescate financiero internacional que le fue concedido con créditos por un total de 110 mil millones de euros (150 mil millones de dólares). No se ha concretado un acuerdo aprobado en julio para otorgarle otra cantidad similar.
Grecia incurriría en unas cuantas semanas en insolvencia sin los recursos, cuya entrega está condicionada a que Atenas cumpla sus objetivos ambiciosos de austeridad.
Representantes de los acreedores de Grecia llegarán en los próximos días al país para concluir una misión de supervisión financiera que fue suspendida el 2 de agosto.
Si la llamada troika —la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional— determinan que Grecia no hace lo suficiente, el país no recibirá más créditos y se quedaría sin dinero en octubre.