El presidente Mauricio Funes vetó la Ley para el Control del Tabaco por razones de inconveniencia, argumentando que es prohibitiva en exceso, lesionando el derecho de las personas a fumar y perjudicando la libertad económica de la industria tabacalera y actividades relacionadas.
La Ley Antitabaco fue aprobada el jueves 23 de junio con los votos de los partidos Arena, PCN, CD y FMLN, más el de algunos diputados del partido Gana. 63 votos se juntaron para aprobar esta normativa que buscaba restringir fumar en espacios públicos y privados, obligar a omitir la publicidad y proscribir la venta de cigarrillos por unidad, con el propósito de reducir el impacto de un enorme problema de salud pública.
La primera objeción que hace Funes con respecto al decreto es que hace un uso innecesario de la figura de prohibición. Dice que los legisladores pueden modelar leglamente la conducta de los indiviudos de dos maneras: prohibiendo ciertas conductas que considere perjudiciales o regulándolas sin necesidad de intervenir de manera radical en el ámbito de libertad del individuo.
“Parecería que el decreto presentado al suscrito pretende regular las actividades alrededor del tabaco (…) Sin embargo, al indagar dentro del cuerpo normativo, no es difícil verificar que el fin de la ley es el establecimiento de una auténtica prohibición a las actividades enmarcadas en este“, dice el documento enviado a la Asamblea Legislativa la tarde del lunes.
A pesar de que el presidente reconoce que en la comunidad nacional e internacional hay un consenso generalizado sobre los efectos nocivos del tabaco, cree que la Ley Antitabaco no toma en cuenta las libertades de cada persona.
“Es necesario tener en cuenta que la libertad individual radica en que la persona pueda desplegar sus actuaciones de la manera que le parezca más adecuada, siempre y cuando no afecte la esfera jurídica de las demás personas“, dice el presidente. Justo este fue uno de los puntos que los diputados creyeron atender cuando redactaron la ley, porque aspiraban a proteger el derecho a la salud de los no fumadores y de los niños.
El mandatario dice creer que las medidas establecidas en el decreto aleborado por los legisladores son excesivas y que existen otras formas más adecuadas para enfrentar los efector negativos del consumo del tabaco.
Basándose en este argumento, Funes asegura que la regulación propuesta por la Asamblea también afecta a diferentes industrias.
Para el mandatario está claro que el consumo del tabaco no perjudica bienes jurídicos ajenos, por lo que prohibir su comercialización es un exceso cometido por el estado en la búsqueda de solucionar un problema de salud pública. “Se considera que prohibir tajantemente ciertas actividades empresariales no es proporcional a los fines perseguidos, por cuanto el Estado no debe intervenir en la esfera del individuo, al punto de coartar su libertad para actuar, cuando la afectación sólo está relacionada con su propio bienestar y, como ya se recalcó, no perjudica bienes jurídicos ajenos“, asegura.
En este punto el gobernante parece entrar en contradicción con la evidencia científica. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 600 mil personas alrededor del mundo mueren cada año prematuramente como fumadores involuntarios. 'En el humo de tabaco hay más de 4,000 sustancias químicas, de las cuales se sabe que al menos 250 son nocivas y más de 50 cancerígenas', dice la OMS.
El rechazo del presidente dice que el decreto también resulta inconveniente porque perjudica la libertad económica de los agentes que participan en el mercado al establecer restricciones a la comercialización, a la publicidad y a la promoción del producto. “Se afecta negativamente no sólo a la industria tabacalera, sino a otros privados que desarrollan actividades conexas, tales como las agencias de publicidad'.
Funes argumenta que La Ley Antitabaco controla excesivamente y “más allá de lo razonable' los mercados relacionados con al tabaco.
Además, el presidente cree que la ley es inconveniente porque establece su cumplimiento de manera inmediata y que es demasiado complejo el entramado alrededor de este mercado como para regularlo tan rápidamente. “No resulta conveniente la regulación en los términos planteados, por cuanto la complejidad de que reviste todo el entramado humano, empresarial y estatal involucrado puede llevar a una puesta en funcionamiento defectuos e irregular“, declara el texto como argumento final.
El FMLN fue uno de los más vehementes impulsores de la normativa en la Comisión de Salud de la Asamblea, y aunque los legisladores directamente involucrados en la redacción de la ley se rehusaron a dar declaraciones este martes, otras fuentes del partido dijeron que intentarían superar el veto.
Un veto presidencial se puede sobrepasar si al menos dos tercios de los 84 diputados (56 votos) se unen para ratificar el decreto original. Hasta la tarde de este martes había 55 diputados dispuestos a derrotar a Funes, aunque aún no habían oficializado posición. A los 35 votos efemelenistas se unirían los 19 de Arena y uno de CD. El partido Gana, que votó dividido cuando se aprobó la ley, tampoco tenía decisión, y en el PCN, el diputado Mario Ponce dijo que posiblemente iban a buscar manera de no confrontar con Funes. Por lo tanto, no es seguro aún que puedan volver a juntarse los 63 votos con que se emitió el decreto.
La diputada efemelenista Margarita Velado dijo que su partido no encuentra razones para el veto y que si se puede alcanzar los votos para superarlo, van a intentar hacerlo. 'Yo no soy miembro de la Comisión de Salud, pero en principio el partido está en favor de superarlo', dijo, para luego aclarar que la posición oficial del partido de izquierdas aún no se ha fijado.
Douglas Avilés, de Cambio Democrático, dijo que revisará el documento enviado por Funes y que si no encuentra validez en los argumentos del presidente, votaría por derrotar el veto.
En Arena, el diputado Roberto d´Aubuisson dijo tener claro que Funes fue incapaz de argumentar su rechazo. 'La decisión del presidente es excesiva y no hay argumentos de peso. Lo que pasa es que al presidente no le gusta someterse a leyes, es más una actitud de capricho personal que de defensa de libre mercado. Nosotros estamos valorando superar el veto', dijo. Su compañero de partido Mario Valiente, tras leer la respuesta de Funes, concluyó que el presidente se opone al aspíritu de la ley, y no es que objete que esté mal elaborada jurídicamente. Además, dijo que el veto le genera suspicacias sobre las verdaderas razones del gobernante para emitirlo. 'En esto se mueve mucho dinero y uno no puede dejar de pensar mal... Esto podría llevarnos a superar el veto', dijo el diputado de derechas.
En Gana, el legislador Miguel Ahues aplaudió la decisión de Funes porque a su juicio la ley es excesiva. 'Es un tipo de ley que genera “ley seca”, una prohibición total y esto solo crea problemas como contrabando y consumo no legal', aseguró el político ex arenero.
Cuando se le preguntó qué pasará en su partido dado que algunos legisladores ganistas sí apoyaron la ley, dijo que nuevamente cada parlamentario tendrá libertad para decidir si se retracta o si reitera su voto para superar el veto.
