Internacionales /

Murdoch culpa a subordinados por escuchas telefónicas de uno de sus periódicos

Un hombre se acercó en plena audiencia ante el Parlamento británico y asestó al magnate de los medios de comunicación un pastelazo de crema de afeitar. Murdoch dijo que fueron las personas en las que él depositó su confianza las responsables del espionaje telefónico. Ya se habla de hasta 4,000 líneas de celular intervenidas.

Martes, 19 de julio de 2011
AP

Londres, julio 19. Un individuo salpicó el martes con espuma a Rupert Murdoch, interrumpiendo una dramática audiencia en la que el magnate aseguró a legisladores británicos que él no es el responsable del escándalo de escuchas telefónicas que ha cimbrado a la Gran Bretaña.

Murdoch pareció sucesivamente malhumorado, agudo, conciso y con respuestas algo imprecisas durante su comparecencia, en la que estuvo acompañado por su hijo y adjunto, James.

El magnate de los medios se refirió al interrogatorio en el Parlamento como 'el día más humillante de mi carrera', pero se rehusó a asumir la responsabilidad personal de una crisis que causó el cierre de un tabloide y ha sacudido los niveles más altos de la policía, e incluso la oficina del primer ministro.

Murdoch, de 80 años, dijo que se sentía 'indignado, consternado y avergonzado' por las escuchas al teléfono celular de una colegiala asesinada que efectuó el tabloide News of the World, el cual fue cerrado y era de su propiedad.

Sin embargo, buscó subterfugios ante la sugerencia de que el diario sensacionalista tenía una criminalidad endémica, y dijo que carecía de pruebas de que víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 hubieran sido blanco de alguno de sus periódicos, ni las familias de estas personas.

'La palabra endémica es muy severa, y muy amplia', dijo Murdoch. 'Yo también debo ser cuidadoso en no prejuiciar el curso de la justicia que está en marcha ahora'.

Fue precisamente un periodista que apareció muerto este lunes quien dijo a otros medios que las escuchas telefónicas en News of the World eran algo endémico.

Murdoch dijo que él no es responsable del escándalo de las escuchas telefónicas y que su compañía tampoco es culpable de omisión premeditada. Responsabilizó a 'las personas sobre las que deposité mi confianza, pero éstas quizá también culpan a otras en las que depositaron su confianza'.

James Murdoch ofreció sus disculpas por las escuchas telefónicas y aseguró a los legisladores que 'este tipo de acciones son incompatibles con las normas a las que aspira nuestra compañía'.

Después de más de dos horas de comparecencia, un hombre vestido con una camisa a cuadros corrió hacia Rupert Murdoch pero fue golpeado por la esposa del magnate, Wendi Deng.

Los policías en la parte trasera de la sala tenían detenido a un hombre, aparentemente esposado y con espuma blanca cubriéndole el rostro y la camisa. La espuma, que salpicó el traje de Murdoch, estaba contenida en lo que parecía un plato de estaño para pastel.

La audiencia se reanudó al cabo de un breve receso con el testimonio de Rebekah Brooks, ex directora de periódicos de Murdoch en Gran Bretaña, quien también ofreció sus disculpas por las interceptaciones de teléfonos.

Brooks describió como 'bastante horribles y repugnantes' las escuchas efectuadas a víctimas de crímenes.

La ex ejecutiva dijo que le comunicaron desde el News of the World que eran falsas las acusaciones de espionaje telefónico contra los periodistas de la publicación, y que sólo advirtió la gravedad de lo ocurrido cuando vio en 2010 los documentos de una demanda civil en la que la actriz Sienna Miller exigía una indemnización.

A la pregunta de si le mintieron empleados de alto rango en el periódico, Brooks declinó responder.

'Desafortunadamente, debido al procedimiento penal, no estoy segura si es posible inferir culpabilidad hasta que esos procedimientos penales hayan tenido lugar', dijo Brooks. La ex ejecutiva también dijo que ella jamás autorizó a sabiendas el pago de un soborno a algún policía.

Diversos medios de prensa identificaron al manifestante que se lanzó sobre Murdoch como el comediante británico Jonnie Marbles.

Poco antes del ataque, Marbles había escrito en su cuenta de Twitter que 'esto que hago ahora es mucho mejor que cuanto he hecho antes @plaf', una cita ligeramente alterada de la última frase de la novela 'A Tale of Two Cities' (Historia de dos ciudades) de Charles Dickens.

Además de Brooks, también renunció Les Hinton, otro de los principales ejecutivos de Murdoch, y éste dijo que lamentaba la partida de ambos.

'He trabajado con Hinton durante 52 años y le tenía la confianza de mi vida', dijo.

Murdoch también dijo al comité que no creía que el FBI hubiera hallado pruebas de que se hubiera espiado a víctimas del 11 de septiembre en una investigación emprendida en fecha reciente.

Muerte de periodista intensifica escándalo

Sean Hoare era el tipo de reportero que solía tomar varios vasos de whisky seguidos y aspirar algunas líneas de cocaína antes de enviar historias salaces sobre la mala conducta de celebridades.

Hoare también fue el primer periodista que dijo abiertamente que su ex amigo y ex director en News of the World, Andy Coulson, sabía de la práctica generalizada de escuchas telefónicas en que incurría el tabloide.

Su muerte esta semana agregó otro giro trágico al escándalo, que devino en el cierre de la publicación y la renuncia de dos funcionarios de alto rango de la policía, y que ha amenazado con arrastrar al resto del imperio de medios de comunicación de Rupert Murdoch.

La policía de Hertfordshire descubrió el lunes en la mañana el cadáver de Hoare en la casa de éste en el norte de Londres.

La policía califica de 'inexplicable, pero no sospechosa' la muerte del periodista y está a la espera de los resultados de la autopsia.

Los periodistas rindieron tributo a Hoare, al que recordaban como un reportero excelente y parrandero que gustaba de beber y drogarse con celebridades de las que tenía intención de escribir, mientras encantaba a sus fuentes para que le dieran alguna exclusiva.

Nick Davies, periodista de The Guardian cuya información dio vuelo al escándalo del espionaje telefónico, dijo que Hoare decía que él comenzaba el día con un 'desayuno de estrella de rock': una línea de cocaína y una botella de Jack Daniel's; después seguía bebiendo todo el día mientras recababa chismes y enviaba sus textos.

La carrera de Hoare se entrecruzó con las de Coulson y Neil Wallis, dos de los reporteros más importantes en News International que fueron arrestados debido al escándalo de las escuchas telefónicas.

Coulson ocupa un lugar especial en el escándalo porque implica indirectamente en la controversia al primer ministro David Cameron, para el que trabajó como jefe de comunicaciones.

Hoare se inició en su carrera a finales de la década de 1980 en diarios locales. Su ascenso ocurrió a mediados de la década de 1990, cuando ingresó en el tabloide The Sun, de News International, para el que escribió en la columna Bizarre sobre celebridades y al que Coulson dirigió más tarde.

Después trabajó para The Sunday People, un tabloide que dirigía Wallis. En 2001, Hoare ingresó en el News of the World, en el que Coulson fue subdirector y después director.

Hoare consideraba amigo a Coulson, pero ambos tuvieron sus diferencias. El consumo excesivo de alcohol y drogas de Hoare se volvió un problema y éste se marchó del diario en 2008.

En septiembre, Hoare hizo su reaparición alegre. Dijo al diario The New York Times que era falsa la afirmación de Coulson de que él no sabía que empleados de News of the World hacían intervenciones telefónicas.

Luego de sus comentarios, Scotland Yard entrevistó bajo caución a Hoare, una entrevista que se graba y puede usarse en procesos posteriores. Hoare dijo poco, disgustado porque se le trataba como un sospechoso más que como testigo.

En un programa transmitido por la cadena BBC la noche del lunes, Hoare dijo que las escuchas telefónicas eran 'endémicas' en News International.

Nadie podrá pedirle ahora que abunde en sus declaraciones. Horas antes de que la BBC transmitiera sus palabras, su cuerpo fue hallado en su casa de Watford, 35 kilómetros al norte de Londres.

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.