La participación en narcotráfico de algunas de las personas a las que diversas instituciones de gobierno atribuyen ser parte del Cártel de Texis era un 'secreto a voces' cuando él dirigía la Policía Nacional Civil, dijo el ex director de la PNC Rodrigo Ávila en el programa de entrevistas de radio Pencho y Aída.
El ex funcionario, que condujo la PNC durante dos períodos (de 1994 a 1999 y de enero de 2006 a enero de 2008), dijo que aunque le resultan sorpresivos algunos de los nombres aparecidos en el reportaje de El Faro, otros no le causaron sorpresa. 'Algunos de los nombres que salen ahí por supuesto que me suenan y con sobradas razones se han venido investigando durante varios años', dijo, sin entrar a detalles.
Las investigaciones de las autoridades sobre esta organización que trafica parte de la cocaína que viaja de Suramérica hacia Estados Unidos, tienen al menos una década de trabajo. En la lista de personas a las que tres informes de inteligencia -policiales y no policiales-, varios anexos y diversidad de fuentes del sector justicia vinculan con el cártel, aparecen diputados, alcaldes, oficiales de policía y jueces.
Las pesquisas abarcan trabajo policial hecho bajo tres gobiernos distintos: el de Francisco Flores y el de Antonio Saca, ambos del partido Arena, y el de Mauricio Funes, del FMLN.
Ávila dijo en el programa radial del jueves pasado que desde su primer mandato como jefe policial la PNC ya andaba tras la pista de los personajes del Cártel de Texis. 'En el año 96 se abrieron dos expedientes fuertes de investigación contra los que llamaban las mafias de oriente y grupos similares en el norte de Santa Ana y en los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate'.
Esos expedientes, según el ex funcionario, incluyeron investigaciones sobre individuos, y él precisamente se encargó de inaugurarlos. 'A varias de las personas que ahí mencionan, no todas, su servidor –y no voy a decir nombres- les abrió expedientes de investigación. Sonaba mucho que estas personas estaban metidas en lavado, en narcotráfico', explicó.
Sin embargo, han pasado los años y al menos los que en las investigaciones de las instituciones del Estado aparecen como principales responsables siguen libres. Y Ávila cree que esa aparente tardanza tiene que ver con lo complicado de armar un caso contra alguien sospechoso de cometer alguno de los llamados 'delitos complejos'. 'Aquí lo importante no es ni siquiera saber las cosas, sino probarlas y recordemos que las investigaciones no necesariamente arrojan frutos de la noche a la mañana'.
Puso como ejemplo de la lentitud con que suelen avanzar estas investigaciones la lucha de las policías en ciudades de Estados Unidos contra las mafias. Por eso dijo que estaba contrariado de ver cómo funcionarios del gobierno hicieron saber a El Faro sobre sus investigaciones. 'Hay poco profesionalismo de algunos funcionarios que muestran archivos para que los miren los periodistas, y que expedientes superultraconfidenciales se pasen como si fueran historietas', señaló.
Ávila cree que las fuentes de El Faro no procedieron correctamente al brindar tanta información. 'Si hay pruebas suficientes la Policía hubiera pedido el direccionamiento de la Fiscalía para proceder (a las capturas)'.
El ex director de la PNC también expresó su escepticismo respecto de la presunta vinculación de algunas de las personas mencionadas en los informes. Se refirió especialmente a oficiales de la PNC y especificó un nombre: el del ex director José Luis Tobar Prieto. 'Me extrañó que se mencionara al comisionado Tobar Prieto. Para mí siempre fue una persona correctísima, y al final lo mencionan así como de pasón'.
Ávila dijo que, en todo caso, el reportaje lo que hace es poner por escrito algo que es vox pópuli en la zona donde según los informes opera el Cártel de Texis: 'Con esto se está escribiendo sobre algunos de los secretos a voces que se escuchan en la zona'.
