Los cables entregados a El Faro por WikiLeaks confirman a la embajada de los Estados Unidos como una contraparte decisiva a la que todas las esferas del poder nacional acuden en busca de apoyo o beneplácito, a la vez que desvelan conspiraciones geopolíticas, los dobles discursos de los gobernantes y hasta las palabras de algún político que admite haber incurrido en delito.
Los cables de la embajada
Los cables entregados a El Faro por WikiLeaks confirman a la embajada de los Estados Unidos como una contraparte decisiva a la que todas las esferas del poder nacional acuden en busca de apoyo o beneplácito, a la vez que desvelan conspiraciones geopolíticas, los dobles discursos de los gobernantes y hasta las palabras de algún político que admite haber incurrido en delito.
Por José Luis Sanz y Rodrigo Baires