Nos recibe en su apartamento en uno de los edificios más emblemáticos de San Salvador, que él diseñó y construyó. Ahí, en las Torres del Bosque, nos ofece café junto a su ventana y ríe antes de iniciar la conversación. Nadie adivinaría la verdadera edad de este señor lúcido, simpático y muy activo, que aún baja todos los días al lobby del edificio a supervisar que todo esté en su lugar. René Suárez, ingeniero y arquitecto, participó en los primeros movimientos estudiantiles para derrocar al general Maximiliano Hernández Martínez; regresó al país y en los tiempos de Osorio diseñó y construyó todos los turicentros. Entre ellos el del Cerro Verde, protagonista de una anécdota de esas que solo suceden en América Latina: diseñó un hotel de montaña justo frente al volcán de Izalco, el llamado Faro del Pacífico, porque el fuego que escupía se veía desde el océano. Ahí, justo en el balcón, los turistas podrían apreciar de frente el maravilloso espectáculo de un monstruo en erupción. Pero dos semanas antes de la inauguración del hotel, el volcán se apagó y nunca más volvió a lanzar fuego. Medio siglo después, el ingeniero René Suárez cuenta esta anécdota con una enorme sonrisa.