La alta demanda de vivienda en San Salvador y la insistencia en construir horizontalmente obliga a edificar en suelos formados por ceniza volcánica, que son muy vulnerables a la formación de cárcavas. Desde hace 13 años, la zona de Altavista y San Bartolo, en Tonacatepeque e Ilopango, ha sido colonizada con múltiples residenciales y ahora muchas familias comienzan a temer que en el horizonte lo que esté apareciendo sea la destrucción de sus viviendas debido a la erosión.