El presidente Mauricio Funes anunció este lunes 29 que ha girado órdenes al Ministerio de Hacienda para poner a consideración de la Asamblea Legislativa una propuesta para comprar una flota de entre ocho y 10 aviones Super Tucano de fabricación brasileña.
Se trata de aeronaves militares que, según dijo el mandatario, serían utilizados para realizar operaciones de rescate en caso de desastres naturales, y para combate al narcotráfico.
La decisión ha generado controversia debido a que las finanzas del país y del Estado son precarias, a tal punto que hay funcionarios del gabinete económico que plantean una crisis inminente si no se hace ajustes importantes en el corto plazo.
El Salvador, que disputó su última guerra con otra nación hace 41 años estaría a las puertas de remozar su flotilla con aviones del fabricante Embraer, que según Funes pueden ser utilizados para el combate, pero también para prestar ayuda en casos de desastres naturales. En total, la operación de compra podría significar unos 100 millones de dólares para las arcas nacionales.Cuando a Funes los periodistas le preguntaron por qué aviones brasileños y no de fabricación estadounidense o israelí, su explicación fue que son mucho más baratos y con capacidad operativa similar.
La última vez que la Fuerza Aérea renovó sus alas fue en diciembre de 2008, con tres aviones Arava-202, de Israel. Pero según Funes, ya es necesario volar con otras más nuevas. 'La flota que dispone en este momento la Fuerza Aérea data de 40 años atrás. Es una flota que está ya obsoleta. Necesitamos modernizar los equipos, no porque tengamos una actitud de confrontación con nuestros vecinos, sino porque sencillamente queremos hacer de la Fuerza Armada una fuerza que contribuya al desarrollo del país y que ayude en operaciones de rescate, en operaciones de monitoreo del crimen organizado y en operaciones de rescate cuando ocurren desastres naturales', dijo.
Según el mandatario, con estos aviones se podrían atender a comunidades asoladas por los desastres naturales y, también, ayudarían en el combate al narcotráfico.
'¿Cuál es el sentido de estos aviones? No los vamos a artillar, no los vamos a equipar para enfrentar la amenaza de una guerra, porque no tenemos amenaza de guerra, los vamos a equipar con el equipo necesario para poder hacer operaciones de rastreo de narcotráfico regional', dijo Funes.
'Acuérdense que el narcotráfico está utilizando no sólo lanchas de rápido desplazamiento, no sólo aviones de rápido desplazamiento, sino que también ya comenzó a utilizar hasta submarinos. Esos aviones están dotados de un equipo que permite junto con el apoyo que cuentan los americanos con la base aérea que tenemos en Comalapa, detectar estas naves, detectar la inclusión de naves extrañas al espacio aéreo y marítimo salvadoreño', añadió.
Los aviones, dijo, lejos de dispararle balas a los vecinos, 'se pueden desplazar con tal facilidad que en situaciones de desastres naturales, de catástrofe también pueden intervenir no sólo aquí, sino que a nivel regional'.
'Lo vamos a hacer si la capacidad financiera nos lo permite y si los diputados no dan el apoyo o nos lo dan, pero en total más o menos son como 100 ó 110 millones de dólares', dijo el mandatario, quien recalcó que la compra sería financiada por medio de un empréstito internacional que tendría que ser aprobado por la Asamblea Legislativa. Según Funes, el Banco Nacional de Desenvolvimiento Social de Brasil ha ofrecido a El Salvador créditos blandos si se compran manufacturas del país suramericano.
