La reina del viento, su majestad, la piscucha
El viento es gratuito y cuando aparece en abundancia con el cambio de la temporada lluviosa a la seca, es el anuncio de otra temporada: la de las piscuchas. La receta es sencilla: al viento agréguele un jirón de papel, tela o plástico, un par de varitas, unos metros de hilo o cordel fino, y la diversión está garantizada en cualquier rincón de El Salvador.
Por Frederick Meza