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Asamblea 'perdió' mes y medio uno de los todoterreno que estrenó en mayo

La lujosa camioneta todoterreno que la diputada Sandra Salgado debió haber entregado cuando dejó la directiva de la Asamblea incluso desapareció unos días del radar del sistema de localización satelital. La parlamentaria se negaba a devolver el vehículo, que lo entregó tras seis semanas de mantener forzada su posesión.

Domingo, 29 de agosto de 2010
Edith Portillo y Sergio Arauz

Diputada Sandra Salgado. Foto Luis Velásquez
Diputada Sandra Salgado. Foto Luis Velásquez

La puja por el puesto que la diputada Sandra Salgado ocupó en la junta directiva de la Asamblea Legislativa, al cual “renunció” el pasado 1 de julio, no se limitó a la ocupación de su antigua silla en la mesa directiva ni terminó ese día que anunció oficialmente su retirada. Tal como se aferró durante las últimas dos semanas de junio al sillón de la directiva, la ex diputada del PDC se aferró también a uno de los lujosos beneficios que hasta entonces había tenido como secretaria de la junta: su camioneta Toyota Land Cruiser 2010, uno de los 12 presentes que los directivos se obsequiaron este año, con un precio de mercado de 59 mil dólares cada uno.

Según comentaron a El Faro dos diputados de la junta directiva y otros dos legisladores de alto rango, fue el pecenista Elizardo González Lovo, otro de los secretarios de la junta y además encargado de transporte de la Asamblea, quien llevó el asunto a discusión de los directivos cerca de la mitad del mes de julio. Para entonces él había solicitado ya a Salgado la devolución del vehículo, pero no había tenido éxito.

“Yo se lo estuve pidiendo desde que bajó de la junta directiva (...) Mi obligación como encargado (de transporte) fue decirle a la junta directiva ‘miren, aclárenme qué vamos a hacer aquí’, y dijeron que había que hacer el acuerdo y pedir el carro”, confirma González Lovo.

El acuerdo de la junta para pedir la camioneta a Salgado, a juzgar por las fechas que indican los diputados y un documento de la Unidad de Transporte de la Asamblea, tampoco dio resultado inmediato. Para los días en que la diputada ya era presionada institucionalmente para devolver el vehículo, su nuevo grupo parlamentario –Líderes por el Cambio– negociaba también el apoyo de otras fracciones legislativas para que, como grupo, pudieran tener un representante en la junta directiva. Su candidata era la misma Sandra Salgado, que semanas antes había tenido que abandonar la silla por haberse retirado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), al cual representaba en la junta.

Es esta negociación la que, a juicio de González Lovo, mantenía a Salgado reacia a entregar el vehículo que ya no le correspondía, con la expectativa de su retorno a la junta. “Te voy a decir algo: lo que pasa es que ellos tenían esperanza de que el ascenso a la directiva era automático y la cuestión política no se dio. Como en política no hay nada escrito”, dice el pecenista.

En eso coincide también otro diputado que estuvo al tanto de la situación, que comenta: “Yo lo que supe, por lo que me dijo alguien de la directiva, es que ella decía que para qué lo iba a devolver si de todos modos ya iba a subir de vuelta a la directiva'.

Por si evitar la devolución de la camioneta era poco, la negativa de Salgado, según estos diputados, estuvo además acompañada de creativas justificaciones y acciones para impedir la localización del vehículo. “A mí me contó Elizardo González que estaba enojado con Sandra, que no querían volverla a ver sentada en la junta directiva. Es que allá arriba están enojados porque se quería quedar con el carro nuevo, estuvo desaparecido... ¡Imagínese, quitarle las baterías para desconectar el GPS! ¡Eso es malanteada bajera!”, cuenta otro de los diputados que conoció del caso, pero que pide se reserve su nombre por no ser de la junta directiva, la única que oficialmente trató el tema.

Efectivamente, dice González Lovo, el vehículo estuvo durante algunos días sin ser localizado debido a que el sistema de localización satelital (GPS, en inglés) fue desconectado. “Le desconectaron la batería. Eso cuando le desconectás la batería ya no te funciona. Una forma de mantener un control es activar el movimiento del vehículo, nosotros lo podemos hacer vía satelital, pero si tiene conectada la batería. Pero el vehículo lo tenían guardado ellos”, confirma el diputado.

Cuando habla de lo ocurrido con el vehículo, González Lovo siempre habla además de “ellos”, no únicamente de la diputada Salgado. Y con “ellos” se refiere a los hermanos Salgado, es decir, a Sandra y su hermano Wil, el alcalde de San Miguel, ex pedecista, ex pecenista y ex arenero, y hoy en negociaciones con el partido Gana para correr bajo su bandera en las próximas elecciones municipales.

Aunque no brinda detalles, según González Lovo, la camioneta estuvo guardada en el departamento de San Miguel, en manos de la familia Salgado. Y es por ello, dice, que cuando Sandra Salgado dejó de contestarle sus llamadas telefónicas, él decidió contactar directamente a su hermano. “Ella ya no era miembro de junta, nosotros le llamamos acá a los teléfonos a ella y no respondía, entonces le hablé a Wil (...) Dijo que lo iban a entregar un miércoles, de ahí que el otro miércoles, y así se fueron”.

La Land Cruiser 2010 color gris, según el memorándum de entrega en la Unidad de Transporte, llegó finalmente a la Asamblea el jueves 12 de agosto, mes y medio después de que Sandra Salgado dejara la junta. Un golpe que supuestamente tenía la camioneta parece haber sido también solo una falsa justificación para dilatar su entrega. “Ellos dijeron que la tenían golpeada, que no sé qué, pero nosotros cuando la entregó la mandamos a Didea y la camioneta no tiene ningún problema”, dice Elizardo González.

Al consultarle a la diputada Salgado sobre lo ocurrido, ella niega toda acusación proveniente de la junta y asegura que devolvió la camioneta en cuanto recibió la petición de entrega. “Hace un mes lo entregué y la nota ahí está ya firmada de recibido, así que no entiendo de dónde viene ese comentario”, dijo a El Faro el 19 de agosto, y ofreció dar al día siguiente una copia de la nota a través de su secretaria.

El memorando de entrega hecho por Salgado tiene fecha de elaboración del 12 de julio, pero según consta bajo la firma de recibido y también en los archivos de la Unidad de Transporte, el jefe de esta unidad, José Santos Escobar, en realidad recibió el vehículo el 12 de agosto, no de julio. Al consultarle nuevamente a Salgado sobre la diferencia en las fechas, esta dijo entonces no recordar la fecha precisa en que lo había entregado, e insistió en que la camioneta estaba intacta. La información oficial de la Asamblea es que la diputada Salgado tuvo un vehículo del Estado que no le correspondía durante casi mes y medio.

El Faro trató repetidas veces de contactar vía telefónica al alcalde Wil Salgado para conocer su versión, pero su celular envió siempre directamente al correo de voz.

Por ahora, en la Asamblea sigue sin avanzar el acuerdo político para un regreso a la junta de Sandra Salgado, a quien los directivos señalan además de ausentarse con frecuencia y de abusar de otros privilegios legislativos como la realización de viajes al exterior. “El mismo Ciro (Cruz Zepeda, presidente de la Asamblea Legislativa), estaba asustado de lo que está pasando con los viajes, las ausencias y el carro que tenía la diputada Salgado”, ilustra uno de los legisladores consultados.

Además de Líderes por el Cambio, la única otra fracción legislativa que apoyaría a Salgado es la de la Gran Alianza por la Unidad Nacional, el partido de disidentes areneros que negocia con Wil Salgado la adhesión a sus filas. Pero el reciente secuestro de la Land Cruiser le pone las cosas todavía más difíciles a la diputada, ante una directiva que al parecer le ha cerrado ya la puerta. Uno de los directivos que habló con El Faro lo deja claro: “La discusión en la directiva concluyó que si los Líderes por el Cambio y Gana seguían pujando porque Sandra Salgado subiera a la directiva, iban a rechazarla”.

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