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Arena reconsidera su ideología

Sumido en una crisis de identidad tras la derrota en la presidencial de 2009, el partido que ha sido el paradigma de la derecha salvadoreña en las últimas tres décadas, llamó a dos ex guerrilleros para que le ayudaran a rediseñarse. Paolo Lüers y Salvador Samayoa aportaron a un 'nuevo ideario' que Samayoa compara con una bomba atómica.

Martes, 24 de agosto de 2010
Sergio Arauz y Carlos Martínez

En enero pasado, Salvador Samayoa, su hermano Joaquín, y Arn Richard Lüers -conocido por su seudónimo de guerra, Paolo Lüers-, fueron convocados por un representante de Arena para una reunión en la que se haría una revisión de los fundamentos del partido. Quien convocó a los ex guerrilleros fue Roberto Murray Meza, empresario y miembro del consejo asesor de Arena.

El año apenas iniciaba y Arena estaba tratando de salir de su momento más difícil en 29 años de vida. Había pasado un diciembre en bancarrota, con su bancada legislativa erosionada por 12 diputados disidentes y aún con la sensación de haber vomitado a uno de los últimos iconos del partido, el ex presidente Antonio Saca. A este lo habían bajado del altar de presidentes honorarios de Arena unos días antes de la Navidad. A Saca le atribuyeron la responsabilidad de haber perdido una elección presidencial por primera vez en 25 años.

El segundo al mando del partido timoneado por Alfredo Cristiani, Jorge Velado, había adelantado los pasos a seguir después del diciembre negro: Arena tenía un plan para salir de la crisis que consistía en hacer una revisión de todo, una especie de sicoanálisis. Un 'concilio' que iba a apelar incluso a la opinión de gente de izquierda, dijo Velado en diciembre de 2009. Un hito para una organización que no realiza ningún acto partidario sin cantar que El Salvador será la tumba donde los comunistas terminarán: “Vamos a crear una serie de conversatorios, donde se escuche a gente de dentro y de fuera del partido, incluso de la izquierda', dijo. Y esa materia prima iba a servir para tocar los mismos cimientos de Arena: 'Para saber cómo nos ven, y vamos a llevar todos esos insumos a una asamblea extraordinaria, donde se tomen decisiones, incluso de cambios en los estatutos...'

Luego de casi ocho meses de sicoanálisis y como fruto del “concilio”, ha surgido un documento secreto, al que algunos areneros llaman 'el nuevo ideario arenero'. Cristiani le ha dado a este documento un trato de “ultrasecreto”: no hay copias impresas y a las pocas personas a quienes se les ha presentado, se les ha leído a viva voz, para que no existan reproducciones de papel.

Según las versiones de algunos miembros de la conducción partidaria, el documento pretende ser una actualización del credo del partido, que incluye otras formas de manifestarse, distantes de la exaltación al mayor Roberto d'Aubuisson y de la marcha que promete la muerte de los rojos.

Tres personas que han escuchado lo que dice el texto de boca del presidente de Arena hablan del “nuevo ideario” como una nueva Biblia. Todas las personas consultadas dicen que en ese documento queda establecido que el partido es liberal, no de derechas ni conservador. “Es que los términos de derechas e izquierdas ya están superados, esas banderas ideológicas ya están superadas, hoy hay que hablar de otras cosas: lucha contra la pobreza, desigualdad, ley de partidos políticos, transparencia...”, dice un miembro del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) a quien Cristani leyó parte del contenido del documento.

La revisión pasa por la posibilidad de marcar distancia respecto de la posición anticomunista con que nació Arena en 1981, lo que dejaría en el aire el discurso de muchos de sus dirigentes y miembros que siguen predicando contra esa supuesta amenaza. “La idea es relanzar el partido, hacerlo atractivo para personas que no simpatizan con los ideales anticomunistas que dieron vida al partido”, dice otro dirigente arenero, que también estuvo en una sesión de lectura del “nuevo ideario”.

Hasta la fecha, los oídos a los que han llegado palabras de ese nuevo credo son pocos. Ni en la bancada legislativa, ni los alcaldes, ni los directores departamentales y mucho menos la militancia conocen que el partido esté en rediseño. Incluso, según las fuentes, ni siquiera todos los miembros del Coena lo conocen. “A la bancada la convocaron, nos dijeron que iban a presentarnos un documento para ver que pensabámos, un nuevo ideario, alguien del Coena nos dijo, pero nada de nada', dice un veterano legislador que habla bajo la condición del anonimato, porque no está autorizado para comentar el proyecto arenero. Después, en tono de confidencia, agrega: 'Corre el rumor de que tiene ideas socialdemócratas”, dice.

Las ideas socialdemócratas a las que hace referencia el diputado son alimentadas porque sabe que dentro del “nuevo ideario” hay aportes de dos ex guerrilleros. El primero es de origen alemán, Paolo Lüers, propietario del bar La Ventana, columnista de opinión de El Diario de Hoy, ex columnista de El Faro, ex miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las organizaciones guerrilleras que formaron el FMLN durante la guerra, y ex parte del equipo de Radio Venceremos. El segundo es Salvador Samayoa, asistente del fallecido sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría, ex ministro de Educación de la Junta Revolucionaria de Gobierno, ex dirigente de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), ex miembro de la organización de masas de las FPL (el Bloque Popular Revolucionario) y representante del equipo negociador de la paz del FMLN ante el gobierno del entonces presidente Cristiani.

Ricardo Valdivieso, conocido en Arena como “el gringo”, es una de las personas que han tenido acceso al documento. Antes de dar su opinión, recuerda que él y el fundador del partido, el mayor D'Aubuisson, redactaron juntos los estatutos. Sabe que existe un nuevo documento que según él, hasta la fecha, es “un documento que contiene los resultados de la profunda revisión que hizo el partido”. “Sí se está haciendo una revisión, solo los fanáticos no hacen revisiones, es bueno revisar el ideario”, dice. Cree que el partido se vio forzado a revisar sus principios por la necesidad del momento: ganar elecciones.

Después de la derrota en la presidencial de marzo de 2009, el partido empezó a caer en picada en la simpatía de los salvadoreños, según todas las encuestas. Arena llegó a mínimos históricos de popularidad y en un intento de relanzarse, algunos de sus principales dirigentes -incluido Saca- se dedicaron a pelearse la conducción y a recriminarse por la debacle electoral. La disputa llegó hasta el culmen de la expulsión de Saca.

Según un ex dirigente del Coena que ha conocido sobre el documento, sus contenidos huelen a socialdemocracia. Y ya sea que incluya ideas de izquierda o no, lo que sí parece claro es que la intención es moverse de la derecha hacia el centro. Sin embargo, casi como advertencia a los que creen que la solución es acercarse al centro, Valdivieso retrocede en el tiempo y dice: “Yo recuerdo cómo el 2 de mayo de 1981, cuando el mayor Roberto d'Aubuisson advirtió sobre los riesgos del conflicto entre la derecha y la izquierda, él dijo: el centrismo es peligroso, porque la posición liberal no tiene nada que ver con eso.”

El ideólogo histórico de Arena cree que es difícil conciliar la socialdemocracia con los ideales de Arena porque aquella es un movimiento que tiene su origen en el marxismo. Por eso dice que su trabajo es explicarles qué es el pensamiento liberal, para que areneros y no areneros no se confundan. Enfrentado a los rostros de Samayoa y Lüers, sin embargo, Valdivieso se pone conciliador y concesivo: “De todos podemos aprender algo, se buscó a personas inteligentes, que no necesariamente comparten totalmente lo que piensa el partido'.

Los invitados

A la hora de hablar de su aporte a la reconstrucción de Arena, ni Salvador Samayoa ni Lüers le quitan nada de pólvora al asunto. Ambos recuerdan la llamada de Murray Meza y la convocatoria a muy tempranas horas. Se trataba de que formaran parte de un reducido grupo en el que además estaban el ex director de Concultura, Federico Hernández, y el ex precandidato presidencial de Arena Luis Mario Rodríguez. De los dos hermanos Samayoa, sólo Salvador se presentó a la cita.

Según las versiones de los dos, Murray Meza propuso una serie de temas iniciales para la discusión. “Tenía que ver sobre todo con definiciones ideológicas, políticas, con discurso y con símbolos”, resume Samayoa, desde su despacho en Fusades. En síntesis, el comisionado de Arena les pedía que opinaran sobre el alma del partido, sobre lo que el partido es. Al final de varias sesiones de trabajo, los analistas entregaron al empresario un documento que contenía todas las recomendaciones de los invitados.

“Les dijimos que es difícil que puedan suscitar la participación de las capas medias mientras los símbolos del partido sigan siendo los que son (...) y que fueron El Salvador S.A. de CV., de tendencias patrimonialistas, como se suele decir”, recuerda Samayoa.

Lüers asegura que durante las sesiones, que concluyeron en febrero, cuestionaron algunos de los aspectos que le dan concreción a la ideología arenera. Insistieron, por ejemplo, en la necesidad de reconocer que al dejar algunas empresas estatales en manos de privados, se consintió una larga lista de abusos contra los consumidores. “Les dijimos que debían distanciarse de un planteamiento que casi define Arena, que tiene que quitar algunas distorsiones, de esos privilegios que el Estado dio a la empresas”, dice el empresario.

En una entrevista concedida a este periódico, la ex vicepresidenta Ana Vilma de Escobar habló un poco sobre lo que estaba pasando en el partido. Para ella, Arena está redefiniéndose, y eso pasa por corregir los errores cometidos en 20 años, como fueron permitir abusos del mercado y comprar decisiones legislativas. Durante la entrevista dijo que un ejemplo es el 'abuso de cobros de algunas empresas'. 'Son cuestiones que no debían haberse dado, abusos que se dieron de algunas instituciones financieras que tampoco debían haberse dado', dijo.

Samayoa también recuerda esos puntos en las sesiones de trabajo. “Donde creo que no terminaron de verlo bien, porque hubo mucha ideología y dogmatismo –sobre todo en el período de Francisco Flores- es en que demasiadas sacrosantas fuerzas del mercado, porque los abusos en las privatizaciones fueron generalizados y que, partiendo de la estructural inequidad, no basta con el rebalse económico para solucionar las cosas”.

El ex negociador de la guerrilla cuestionó que varios sectores de Arena consideraran populistas las políticas subsidiarias y de transferencias directas impulsadas por el ex presidente Antonio Saca. “Los sectores tradicionales del partido consideran populismo toda política compensatoria y eso no puede ser”, comentó.

Aunque la lista de temas a tratar no contemplaba los relacionados con estructura organizativa, ambos aseguran haber criticado el hecho de que Arena funciona más como una maquinaria que se activa con cada elección, que como un partido político: “Mientras que el FMLN tiene hasta delegados en varios países, Arena no tiene ni una política exterior del partido; no existe una educación en la ideología que llegue a todos los niveles del partido; tampoco tienen una planificación financiera: aunque tuvieron el apoyo de la empresa privada y aunque agarraron pisto del gobierno, no tienen nada”, explicó Samayoa.

Pero ante las sospechas de algunos de que al partido se le quiera redireccionar hacia la izquierda, Lüers aclara que sus consejos no tenían pretensiones de convencer a los areneros de convertirse en socialdemócratas: “Yo no voy a tratar de decirle a un chucho que se haga gato.”

Meses después de haber participado, ninguno de los dos conoce el destino que tuvo el documento en el que quedaron consignadas sus sugerencias, o si el secretísimo documento que Cristiani lee con cautela a algunas personas es el mismo que ellos le presentaron a Murray Meza.

Lüers dice tener muestras de que Cristiani es anuente a las observaciones realizadas por ellos, aunque cree que “el nuevo ideario” se ha nutrido además de las opiniones de poderosos empresarios nacionales. El Faro conoció que aparte de la reunión con los columnnistas de El Diario de Hoy, Murray Meza también obtuvo ideas de los empresarios Ricardo Poma y Roberto Llach, y del ex ministro de Cristiani y hoy presidente de Fusades, Antonio Cabrales.

Lüers cree que el resultado del proceso es un documento secreto que contiene una especie de consenso al que llegaron Cristiani y Murray Meza. Y dice estar convencido de que Cristiani no se habría tomando tanto esfuerzo en consultar si no estuviera consciente de la necesidad de hacer cambios.

Samayoa coincide en percibir anuencia de parte de Cristiani, pero cree que la difusión de estas ideas es muy complicada para el líder arenero: “Yo tengo la impresión de que él está de acuerdo, pero que en este momento tiene la casa muy desordenada”. Y su compañero de consultas cree que otra posibilidad es que el presidente de Arena lo esté tratando de inculcar sin revelar el origen de las ideas: “Puede que Cristiani lo esté dando a conocer sin darlo a conocer, sin citar el documento”, dice.

El Faro telefoneó en repetidas ocasiones al despacho del ex mandatario y al celular del vicepresidente de ideología arenero, Jorge Velado, pero no obtuvo respuesta de ninguno.

Una de las personas a las que les fue leído el documento asegura que las palabras que escuchó se asemejan mucho a las de Samayoa y Lüers. Esta fuente, que es miembro de los organismos de conducción del partido, le atribuye al documento un enorme componente subversivo con respecto del status quo arenero, pero cree que es imprescindible: “Si no se hacen cambios, otros los van a hacer... hay que hablar de pobreza, hay que hablar de redistribución de la riqueza”, comentó.

Esta misma persona, que no quiere ser citada hablando de este documento, vaticina que habrá muchas resistencias dentro del partido: “¿Cómo va a entender esto Hugo Barrera o Mario (Acosta Oertel) (...) pero aunque haya gente reaccionaria, en el fondo saben que el país no puede ser manejado como lo fue en el pasado”, reflexiona.

En Arena son escasos los que saben de esta potencial refundación del partido, pues el celo con que se ha guardado hasta ahora es grande. Salvador Samayoa intuye el potencial incendiario que tiene este documento: “Comprendo a Cristiani: si sale con una bomba atómica de papel se le desarma lo que ha comenzado a hacer; entiendo que no es el timing”.

Sin embargo, es probable que las nuevas ideas se estén comenzando a difundir de a poco, sin pronunciar la etiqueta de “nuevo ideario”. El Faro estuvo en una sesión de Coena ampliado en la que Cristiani explicaba a diputados y alcaldes las nuevas necesidades del partido: '¡Deben de cuidar la marca dando el ejemplo! ¿Cómo? Miren, por ahí está Donato Vaquerano sentado, él es un ejmplo, ahí anda en su pick up Toyota, no es un carrote ni un súper 4x4, ¡Arena no es un partido de los ricos, es un partido de gente, de ciudadanos...!”

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