Aumenta el ingreso de indocumentados a EUA por Arizona
AP
Nogales, México, mayo 18. Durante días, los inmigrantes caminan kilómetros entre arbustos de mezquite, con poca comida y a veces poca agua, pagando a "guías" armados y evadiendo a los agentes estadounidenses. Y siguen viniendo.
Las cifras más recientes muestran que Arizona, que está a punto de poner en vigor la ley más estricta en el país para controlar la inmigración, es también el único estado fronterizo donde los cruces ilegales están aumentando.
Aunque las cercas intimidantes y el incremento en la seguridad en Texas y California han hecho que durante años Arizona se haya convertido en un corredor de mucho tránsito para cruzar, ahora los contrabandistas de inmigrantes están encontrando nuevas rutas a través de los agrestes desiertos del estado.
Carmen González, de 27 años, recordó siete días y seis noches de camino junto a su esposo en el desierto, en los cuales fue acosada por matones mexicanos que portaban fusiles AK-47 y exigían extorsiones de 100 dólares. Posteriormente fueron arrestados en una casa en Arizona que era empleada para ocultar inmigrantes. "Es muy duro, muy feo", dijo González en un albergue en este poblado fronterizo mexicano, donde ella, su esposo y su hermano estaban hospedándose tras ser deportados. "Yo ya no vuelvo a intentar porque sufrimos mucho en el desierto".
Nuevas estadísticas de la Patrulla Fronteriza muestran que los arrestos en la frontera de Arizona aumentaron 6% —en aproximadamente 10 mil— de octubre a abril, incluso a pesar de que la aprehensión de indocumentados disminuyó 9% en general. La agencia utiliza la cifra de arrestos para medir el flujo de inmigrantes; no hay cifras precisas que determinen la cantidad de cruces ilegales.
Las estadísticas del lado mexicano también muestran un incremento en los cruces ilegales a través de Arizona.
El Grupo Beta, un grupo patrocinado por el gobierno mexicano que auxilia a migrantes, ayudó a 5 mil 279 personas de enero a abril en el área al otro lado de la frontera de Douglas, Arizona, en comparación con 3 mil 767 en el mismo período el año pasado, dijo el agente Carlos Oasaya.
Esa es la misma área donde el hacendado Robert Krentz de Arizona fue baleado de muerte en marzo cuando supervisaba su propiedad en un vehículo todo terreno. Las autoridades sospechan de un indocumentado que se dirigía de vuelta a México y trabajaba como explorador de terreno para los narcotraficantes.
El homicidio ayudó a azuzar la controversia en torno a la ley de Arizona, que le permitirá a la policía interrogar y arrestar a cualquiera del que sospeche está ilegalmente en el país. Entrará en vigor en julio.
Es probable que el tema de la inmigración encabece la agenda el miércoles cuando el presidente mexicano Felipe Calderón visite Washington y acuda a una cena de estado en la Casa Blanca. Calderón ha condenado la ley de Arizona, mientras que su colega estadounidense Barack Obama la ha llamado "equivocada" y ha prometido comenzar los trabajos para una reforma migratoria.
Los partidarios de la legislación de Arizona dijeron el martes que el aumento en el número de arrestos en la frontera no fue lo que impulsó su aprobación.
En lugar de ello, más bien fueron una serie de factores, incluyendo el descubrimiento de crecientes números de casas para ocultar inmigrantes, así como un aumento en los delitos cometidos por indocumentados que han herido o matado a policías, dijo el representante estatal John Kavanagh.
En la década de 1990, el incremento en la vigilancia policial y la colocación de cercas de metal corrugado y mallas de alambre redujeron drásticamente los cruces ilegales en California y Texas.
En total, la inmigración ilegal a través de esos dos estados, así como Nuevo México y Arizona ha disminuido de casi 1.2 millones en 2005 a 541 mil el año pasado, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza. En Arizona, los cruces ilegales bajaron de 578 mil en 2005 a casi 250 mil el año pasado, antes del aumento de este año.
Desde hace tiempo los expertos en inmigración han pronosticado que el descenso en la cantidad de cruces se revertiría a medida que la economía de Estados Unidos se recupera. "El hecho es que, mientras exista una disparidad económica entre Estados Unidos y México y otros países latinoamericanos, la vigilancia policial, las sanciones y cualquier otra medida no detendrá el flujo de migrantes", dijo Charles Pope, director interino del Instituto Transfronterizo en la Universidad de San Diego.
A pesar del reciente aumento en el número de cruces ilegales a Arizona, es cada vez más difícil entrar al estado ilegalmente. Aviones de la Patrulla Fronteriza no tripulados vigilan el desierto en busca de contrabandistas de drogas y de inmigrantes. Muros de acero de 3.6 metros de altura separan ahora los cruces a través de Nogales, al sur de Tucson, y Agua Prieta, ubicada frente a Douglas.
El desierto en los alrededores de la aldea de Sásabe, una estación de paso para contrabandistas formada por algunas decenas de casas, es un corredor de narcotráfico empleado por el cártel de Sinaloa. Los inmigrantes y las autoridades mexicanas dicen que narcotraficantes fuertemente armados han estado exigiendo cuotas a los inmigrantes al menos desde el 2007 para permitirles cruzar la frontera.
Gonzalo Altamirano, un mecánico de 19 años oriundo del estado sureño de Oaxaca, saltó una cerca para introducirse a Arizona desde Agua Prieta. Se entregó a las autoridades tras aguardar dos días el paso de una camioneta que nunca llegó.
Fue la segunda vez que Altamirano cruza ilegalmente a Estados Unidos, pues primero vivió y trabajó nueve meses en Oklahoma en el 2007 antes de extrañar tanto su tierra que decidió regresar a México. Tiene la intención de volver a intentarlo.
"Uno es pobre y siempre va a buscar la forma de cruzar por la necesidad. Aunque pongan más vigilancia o como sea", afirmó.