La oficinista de la flor
El Faro conversó con cuatro personas que han hecho un apostolado de su convivencia con personas que tienen VIH-sida. Ellas hablan de la discriminación con la que la sociedad castiga a los portadores. Ellas vencieron sus propios prejuicios. Ahora no tienen miedo a la enfermedad, porque la conocen y la abrazan a diario. Estas son sus historias.
Diego Murcia